jueves, 12 de diciembre de 2019

EL POETA POPULAR HISTÓRICO DE ELDA "EL SERÁFICO"


https://www.valledeelda.com/blogs/cronicas-eldenses
Nació en Elda el año 1812. Tuvo una pasmosa facilidad para versificar, y se llamaba Francisco Ganga Ager: "El Seráfico" de sobrenombre". Hijo de una familia humilde, aprendió a trabajar el esparto y la confección de esteras; pero al descubrir los placeres de la bohemia y el vino, pensaría que todo trabajo representa una pesada carga. Solía recorrer el Valle de Elda y la región alicantina principalmente, donde las gentes, curiosas de sus acertados versos, le facilitaban con frecuencia cobijo y alimentos.

Aunque en un principio su instrucción fuese muy rudimentaria, cultivó más tarde alguna lectura; abandonando, sin embargo, el sacrificio de manejar la pluma, pues apenas sabía escribir. De manera que improvisaba o en caso de producción previa, tenía que apoyarse en la memoria para recitar: memoria que debió ser extraordinaria. Dado el éxito conseguido por el notable versificador, los oyentes más interesados solían transcribir algunos versos y conservarlos. (...)
Después de las ocupaciones y trabajo que no pudiera evitar, su preferente actividad  hasta los cincuenta y ocho años de edad en que murió, la dedicará a componer versos. Si se hubiesen podido conservar todos o la mayor parte, apenas cabrían en un grueso volumen.

Don Práxedes Mateo Sagasta lo quiso apoyar, intentando que realizara en Madrid algo útil: pero, para el Seráfico, someterse a cualquier orden o disciplina, representaba un castigo. (...)

Si bien parece ser que en el fondo prefería las ideas liberales, las composiciones políticas lo mismo las dirigía hacia la derecha que hacia el progresismo, según el caso y el momento.

Con motivo de versos que publicó en un periódico de Madrid contra el Gobierno; huyendo de la policía, tuvo que refugiarse en el extranjero por algún tiempo.

También Castelar quiso protegerlo, pero "El Seráfico", habituado a un proceder ambulante y desordenado con el apoyo, muchas veces mezquino, de las gentes a cambio de sus singulares versos, era imposible adaptarlo a un trabajo práctico o de responsabilidad cuando ya se venía moviendo con esta vida bohemia.

Murió en el hospital de Elda.


José Navarro Payá, Personajes y episodios en la Historia de Elda
Ayuntamiento de Elda, Alicante 1985, páginas 111 y 112.



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