Durante el siglo XV nuestra pequeña villa estaba evolucionando como era preceptivo en aquella época. Era la típica población dedicada exclusivamente a la agricultura, que por aquellas fechas era la principal fuente de riqueza, y estaba sujeta a ciertas transacciones entre los nobles con una economía bastante fuerte. Por ejemplo en 1424 (20 de octubre) Ximen Pérez de Corella compró Elda y Aspe a Doña Violante de Bar, con el consentimiento del rey aragonés Alfonso V. (...)
Cuando en 1458 murió el rey Alfonso, le sucedió en el trono su hijo Juan II que fue el que concedió la Feria anual a nuestra población, gracias a la petición que le hizo D. Juan Ruiz de Corella, conde de Concentaina y dueño de Elda. (...)
En un principio y hasta el año 1518 se celebraba el día primero de octubre, y a partir de ese año se trasladó a la fecha en que actualmente la visitamos: el 8 de diciembre, que como todos sabemos es el día de la Inmaculada Concepción.
José Luis Bazán, Otros 100 retazos de la historia eldense, Ayuntamiento de Elda, Petrer 2004, páginas 107 y 108.
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