viernes, 25 de octubre de 2019

SAN CRISPÍN Y SAN CRISPINIANO


Vida de San Crispin, y San Crispiniano, Martyres.

Preciabase el Apostol S. Pablo de no haver sido grave el tiempo que andaba predicando, pidiendo comida, y el vestido para sí, y para los que iban con él, a los que predicaba, aunque el pedirlo, y recibirlo le era licito. Y asi dize, escribiendo a los de Tesalonica. De dia, y de noche trabajaré con mis manos por no os ser grave pidiendo el sustento para los que iban conmigo, y para mí; con el trabajo de mis manos sustentaré, a mí y a ellos. Lo mismo hizieron los dos santos Martyres, Crispin, y Crispiniano: aunque andaban predicando el Evangelio y les fuera licito pedir el sustento a aquellos a quien predicaban, trabajaban de sus manos, y hazian limosnas a pobres. La Vida de estos Santos escribió Fr. Laurencio Surio, en esta manera:

Los dos Santos hermanos, nobilisimos Romanos, Crispin, y Crispiniano, partieron de Roma juntos con S. Quintin, con intento de predicar el Evangelio en Francia, y dilatar la Cristiandad, por no ser molestos a los que predicasen, y tener con que sustentarse, aprendieron a hazer calçado, que es oficio honesto, y quieto.

Con su doctrina, y buen exemplo, y con las limosnas que hazian, convertianse muchos, y bautizabanse. Llegaron a la Ciudad, llamada Sueson, haciendo en ella lo que en otras partes avian hecho; no falto quien dio aviso a un Gobernador que estaba puesto alli por los emperadores, Diocleciano, y Maximiano, llamado Riciovaro, acusandolos que hazian a muchos apartarse de la adoracion de los idolos, y adorar por Dios a un Crucificado. Mandòlos traer presos delante de sí, rogòles, que dexando la nueva Religion que profesaban, siguiesen la antigua, que todo el mundo tenia, y adorasen idolos. 

Ellos respondieron con mucha constancia, que no dexarian de servir, y predicar a Jesu Cristo, que solo era el verdadero Dios. Mandòlos azotar crudamente con varas (...) Supo lo sucedido el Emperador Maximinano, y embiò a mandar que los dos Santos Martyres, Crispin y Crispiniano fuesen degollados, y asi se cumpliò, sabado 25 de octubre, año de 290, imperando los ya dichos Diocleciano, y Maximiano. Destos Santos escriviò Vicencio en su Espejo Historial lib. II cap. 146 y, haze mencion dellos el Martyrologio Romano y dize; que sus Cuerpos fueron llevados a Roma, y sepultados en la iglesia de S. Laurencio instituida en Pane, Perna o Ralisperna, dize que eran nobilisimos Romanos.

Alonso de Villegas, Flos Sanctorum, Barcelona 1721, página 738.


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